jueves, 27 de junio de 2013

LITERATURA DE LA EMANCIPACIÒN: MARIANO MELGAR 4TO SECUNDARIA


 
 
 
Literatura de la Emancipación
         
(Siglos XVIII - XIX)
 
         La literatura tuvo un papel preponderante en el proceso de la Emancipación en el Perú.  Puede dividirse en dos vertientes:  una culta y otra popular.
 
       La literatura culta adopta principalmente la forma doctrinaria, dentro de la que se incluyen los ensayos, artículos, sermones, discursos y cartas.  Los textos estrictamente literarios de esta época tales como los poemas o el teatro se inscriben dentro de la corriente neoclasicista imperante hasta entonces.
 
       La forma popular se da a través de canciones, letrillas y coplas que surgen durante o después de cada uno de los movimientos revolucionarios del proceso.  Esta literatura popular es, en algunos casos, anónima y su intención era difundir las ideas de la gesta libertadora.
 
       Las bases para la literatura producida durante el periodo de la emancipación tienen su punto de partida en la Sociedad Amantes del país.  Esta congregaba a un grupo de intelectuales que, siguiendo el ejemplo de la Ilustración francesa, se reunían a discutir temas científicos, políticos y literarios.  Esta sociedad publicó entre 1791 – 1795   “El Mercurio Peruano”.  La finalidad de la publicación era, como se indica en el “Prospecto de Mercurio”, dar a conocer el territorio que se habita desde los más diversos ángulos, proporcionando noticias sobre historia, artes, agricultura, pesca, literatura y costumbres.
 
       Los principales colaboradores del Mercurio Peruano fueron José Rossi y Rubí; Francisco Gonzalez Laguna, José María Egaña, Francisco Romero de Lagunas, Diego Cisneros, José Baquíjano y Carrillo e Hipólito Unanue.
 
 
Mariano Melgar
 
 
 
 

       El primero de los poetas de la revolución es, sin disputa, Mariano Melgar (1791 - 1815).  Nacido en Arequipa, estudió en el Seminario de San Jerónimo de esa ciudad, donde destacó por el temprano despertar de sus virtudes poéticas y recibió las primeras órdenes, aunque no parece haber tenido una vocación religiosa muy acendrada. Tradujo a Ovidio y cultivó el verso neoclásico, pero se enamoró concretamente y sin retórica de quien fue la Silvia de sus mejores poemas.  Contrariedades amorosas o el deseo de continuar sus estudios en Leyes lo hicieron  viajar  a  Lima,  lo  que  permitió  conocer  el  mar  lleno  de  sugestiones  para su íntimo romanticismo y, también, escuchar las discusiones, vivas aún, acerca del famoso discurso de Baquíjano y Carrillo en la recepción al Virrey Jáuregui que hiciera resonar por primera vez en el aire limeño las ideas de patrio y libertad, cuya causa Melgar abrazó apasionadamente desde entonces. Escribió en esa época sus odas, todavía encendidamente quintanescas  Al autor del mar, Al conde Vista de Florida (título nobiliario de Baquíjano) y A la libertad.  Volvió a Arequipa para sufrir los desdenes de su amada Silvia y, olvidó su destreza en la versificación académica, para verter su dolor erótico, en inusitados yaravíes, género popular y mestizo de metros breves y cadencia triste, descendiente de los harauis, poemas de amor y de ausencia de la
 
 
antigua cultura quechua.  Herido de amores y ganado íntimamente por la causa de la libertad, se une al levantamiento de Brigadier Mateo García Pumacahua y, después de la derrota de Umachiri, es fusilado en 1815, en el mismo campo de batalla, cuando apenas tenía 23 años de edad.
 
       En su breve vida, Melgar desarrolló una obra poética naturalmente breve también, pero en la que se pueden distinguir varias facetas y diversas características esclarecedoras del proceso histórico de nuestra literatura y de intrínseco valor estético.  Inicialmente, y abarcando la mayor parte de su obra, Melgar se nos muestra como una versificación definitivamente neoclásico, de acuerdo a la moda de su tiempo y a la educación que recibió; pero no es un versificador adocenado y, a pesar de su juventud, lastre indudable para el cultivo de un tipo de literatura cuyas virtudes principales residían en la técnica versificatoria y en la erudición clásica, Melgar muestra en sus odas, elegías y sonetos, cierta robutez expresiva y habilidad retórica que lo hace destacar en el chato panorama de la poesía colonial y así lo reconoce, incluso, un crítico tan apegado a los cánones clásicos como Riva Agüero.  Esta destreza más bien imitativa, no hubiera bastado sin embargo para inmortalizarlo.  Hay en su poesía notas renovadoras mucho más importantes.  En primer lugar, como lo ha visto Luis Alberto Sánchez, su erotismo no es una mera postura retórica adoptada para tejer canciones y madrigales más o menos entretenidos, sino un profundo sentimiento personal que le permite unir, de una manera hasta entonces inusitada en el Perú, la poesía y la vida.  Este erotismo vital es un rasgo evidente y adelantadamente romántico que lo distingue de los rimadores de su tiempo.  Su pasión por la libertad y su amor a la patria, aunque no renueven su poesía y se expresen en académicos endecasílabos, constituyen otro rasgo romántico indudable.  Pero lo más valioso de la obra de Melgar reside en sus yaravíes, en su apelación a una poesía popular de raigambre quechua que, mediante versos breves y punzantes, le permite la mejor expresión de un dolor persona, íntimo e intenso:
 
Vuelve que ya no puedo
vivir sin tus cariños:
vuelve, mi palomita,
vuelve a tu dulce nido.
 
       Los yaravíes de Melgar representan un novedoso espíritu romántico por su carga emocional y, como hemos dicho anteriormente, por su apego a las formas y motivos de la poesía popular.  En Melgar, además, la vida y obra están íntimamente unidas:  su erotismo no es puramente verbal y, aunque Silvia sea todavía un nombre literario como los nombres clásicos y vacíos que solían usar Meléndez Valdez o Jovellanos, no es una pura ficción literaria, pertenece a una persona concreta que Melgar amó realmente; y aunque su amor a la libertad se exprese en una oda cabalmente neoclásica, obedece a una pasión verdadera que lo llevó a unirse a la revolución de Pumacahua y a ser fusilado. Su muerte misma tiene un carácter definitivamente romántico europeo, como Pushkin y Von Kleist, como Byron y Musset, como Larra y Petofi, Melgar muere joven en aras de una pasión.  Por último, como ya hemos dicho también, Melgar introduce el conflicto entre autoctonismo y occidentalismo en el cuerpo de nuestra literatura culta y escrita en español.
 
 
 
 
 
 
YARAVÍES
 


I
Todo mi afecto puse en una ingrata,
y ella inconstante me llegó a olvidar.
 
Ay sí, si así se trata
un afecto sincero,
Amor, amor, no quiero,
no quiero más amar.
 
Juramos ser yo suyo y ella mía:
yo cumplí, y ella no se acordó más.
 
Mayor, mayor falsía
jamás hallar espero.
Amor, amor, no quiero,
no quiero más amar.
 
Mi gloria fue otro tiempo su firmeza;
y hoy su inconstancia vil me hace penar.
 
Fuera, fuera bajeza
que durara mi esmero,
Amor, amor no quiero,
no quiero más amar.
 
IV
Vuelve, que ya no puedo
vivir sin tus cariños:
vuelve mi palomita
vuelve a tu dulce nido
 
Mira que hay cazadores
que con afán maligno
te pondrán en sus redes
mortales atractivos
y cuando te hagan preso
te darán cruel martirio:
no sea que te cacen,
huye tanto peligro
Vuelve mi palomita
vuelve a tu dulce nido.
 
Ninguno ha de quererte
como yo te he querido
te engañas si pretendes
hallar amor más fino.
Habrá otro nidos de oro
pero no como el mío:
por ti vertío mi pecho,
         sus primeros gemidos
         Vuelve mi palomita,
         vuelve a tu dulce nido.
 
Bien sabes que yo, siempre
en tu amor embebido,
               jamás toqué tus plumas
         ni ajé tu albor divino;
         si otro puede tocarlas
         y disipar su brillo,
         salva tu mejor prenda
         ven a seguro  asilo
         Vuelve mi palomita,
         vuelve a tu dulce nido.
 
¿Por qué, dime, te alejas?
¿Por qué con odio impío
dejas un dueño amante
por buscar precipicios?
¿Así abandonar quieres
tu asiento tan antiguo?
¿Con que así ha de quedarse
el corazón herido?
         Vuelve mi palomita,
         vuelve a tu dulce nido.
 
No pienses que haya entrado
aquí todo pajarillo:
         no, palomita mía,
         nadie toca este sitio
         tuyo es mi pecho entero,
         tuyo es este albedrío;
         y por ti sola clamo
         con amantes suspiros
         Vuelve mi palomita,
         vuelve a tu dulce nido.
 
Yo sólo reconozco
tus bellos coloridos,
yo sólo sabré darles
su precio merecido,
yo sólo así merezco
gozar de tu cariño;
y tú sólo en mí puedes
gozar días tranquilos
         Vuelve mi palomita,
         vuelve a tu dulce nido.
 
 
 
.


 
 
 
 
     SONETOS


A SILVIA
 
Bien puede el mundo entero conjugarse
contra mi dulce amor y mi ternura,
y el odio infame y tiranía dura
de todo su rigor contra mi armarse;
 
bien puede el tiempo rápido cebarse
en la gracia y primor de su hermosura,
para que cada cual si fuese llama impura
pueda el fuego de amor en mi acabarse
 
bien puede en fin la suerte vacilante,
que eleva, abate, ensalza y atropella,
alzarme o abatirme en un instante:
 
que al mundo, al tiempo y a mi varía estrella,
más fino cada vez y más constante
le diré “Silvia es mía y yo soy de ella”
 
LA MUJER
 
No nació la mujer para querida
por esquiva, por falsa y por mudable
y porque es bella, débil, miserable
no nació para ser aborrecida.
 
No nació para verse sometida
porque tiene carácter indomable
y pues prudencia en ella nunca es
no nació para ser aborrecida.
 
Porque es flaca no puede ser soltera
porque es infiel no puede ser casada
por mudable no es fácil que bien que
 
Si no es, para amar o ser amada
sola o casada, súbdita o primera
la mujer no ha nacido para nada.


 

ACTIVIDADES

 

I.      Contesta:

1.    ¿Qué papel jugó la literatura en la Emancipación del Perú?

2.    ¿Qué es yaraví?

 

II.   Completa:

1.    La Sociedad de Amantes del país publicó     ____________________________________.

2.    Primer poeta de la revolución fue               ____________________________________.

3.    Mariano Melgar nació en                           ____________________________________.

4.    El conde de la vista florida fue          ____________________________________.

5.    Melgar tradujo a                                      ____________________________________.

 

III.  Responda V o F según corresponda:

1.    Mariano Melgar fundó “El Mercurio Peruano”          (        )       

2.    Murió a los 23 años de edad.                              (        )       

3.    Yaraví es un género popular y mestizo.                          (        )       

4.    El yaraví es una novela popular.                                   (        )       

5.    Melgar amaba a Silvia.                                       (        )       

 

1 comentario:

  1. Es interesante tu blog colega. Nos permite informarnos de su vida y obra de3l gran poeta y héroe arequipeño Mariano Melgar. Gracias por compartirla. Es muy educativa, espero que muchos estudiantes la lean y aprendan mas de la literatura peruana

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