LA LITERATURA NEOCLÁSICA
Para conversar con los alumnos:
¿Alguna vez te han narrado una fàbula?
¿Crees que solamente es para niños?
¿Cuàl es la finalidad de una fàbula?
¿Que es para tì lo clásico?
¿Es importante revalorar lo antiguo?
¿De que sirve hablar de nuestro pasado?
Veamos ahora
Un nuevo concepto de literatura
La literatura se convirtió, siguiendo
los dictámenes de la razón, en
un instrumento de reforma. Así, la finalidad pedagógica de la
literatura (es decir, la posibilidad de utilizarla como modelo de costumbres)
despertó en los monarcas un interés especial en protegerla y dirigirla.
La literatura neoclásica tiende a fijar en sus
páginas los actos morales del hombre, su vida interior. El dramaturgo, el poeta
y el novelista tratan de ejercer una función formativa, de ofrecer al lector
o al espectador formas de conducta que le permitan conocerse a sí mismo.
El retorno de las normas clásicas
Los autores neoclásicos sentían una profunda
admiración por la obra de los autores clásicos, pues
consideraban que esta era la única capaz de formar y educar al hombre. Por
eso volvieron a ponerse de moda, como en el Renacimiento, las normas o
preceptos literarios que siguieron los autores griegos y romanos.
Estas normas estaban basadas en los dictados
de dos autores clásicos: Aristóteles, filósofo griego, y Horacio, poeta
romano. Dichas normas obligaban, principalmente, a lo siguiente:
•
Mantener la separación de los géneros. Por esta razón no debía
mezclarse en una misma obra lo trágico con lo cómico, el tono elevado con el tono
familiar, la prosa con el verso.
•
Respetar las tres unidades clásicas de acción, de tiempo y de
lugar. Esta regla iba dirigida especialmente al género teatral y establecía
que la acción principal
no debía distraerse con historias secundarias;
además, sólo podía durar una jornada y debía transcurrir en un solo lugar o
escenario.
• Tener un carácter moral y educativo. Se propone, pues,
una literatura verosímil, racional y didáctica, que ejerce una función
formativa. De este modo,
la literatura se convierte en transmisora de ideas y de pautas de conducta.
Los géneros neoclásicos
El ensayo
El ensayo fue el género neoclásico por excelencia, pues permitía
a los ilustrados exponer sus nuevas ideas y criticar directamente a la sociedad de su tiempo.
Los principales ensayistas fueron los
franceses Voltaire, Montesquieu y Rousseau, quienes intervinieron en la
elaboración de la Enciclopedia y ejercieron una enorme influencia
ideológica y artística en toda Europa.
Hoy, el ensayo sigue siendo un género
discursivo de opinión,
de debate. Su estructura es argumentativa y los
temas son de interés público o académico. El autor de un ensayo habla desde el ámbito intelectual,
analiza las cuestiones que refiere y defiende una hipótesis. El estilo oscila
entre la presentación "objetiva" de los argumentos y la
exhibición del proceso por el cual el autor
construye su razonamiento.
La lírica
El racionalismo y el propósito didáctico de la literatura neoclásica
no favorecieron el desarrollo de la
lírica. Sin embargo, la fábula (composición literaria de la época clásica
destinada a la enseñanza moral, a
través de episodios protagonizados
por animales o seres humanos) tuvo
muchos seguidores. Su principal representante fue el poeta francés Jean de La Fontaine.
La narrativa
Durante el siglo XVIII se escribieron numerosas novelas que relataban viajes a remotas y a veces inexistentes civilizaciones.
La mayoría de estas obras contenía una
dura crítica a la sociedad europea y particularmente a los
aristócratas, a quienes se les censuraban sus expresiones rebuscadas y
superficiales.
Por eso, muchos narradores recreaban la figura
del "buen salvaje": el indígena que gracias a la sencillez de
sus costumbres se mantenía puro y
auténtico.
Las principales obras de este género fueron
Robinson Crusoe y Los viajes de Gulliver, escritas por los ingleses Daniel
Defoe y Jonathan Swift, respectivamente.
El teatro
El teatro fue el género en
que las normas grecolatinas se aplicaron con mayor rigor. Al igual que en la época clásica, existieron dos formas teatrales:
• La tragedia. Se inspiraba
en los temas y personajes del teatro griego, en la historia antigua o en la Biblia. Sus
personajes eran arrastrados por grandes
pasiones; pero, a diferencia de la
tragedia griega, no sucumbían a
ellas, sino que se salvaban o eran condenados por el uso de la razón.
Representantes de la tragedia francesa de rasgos clásicos son Corneille y Racine. Ambos imponen
el rigor de la preceptiva clásica en sus obras.
• La comedia.
Se dedicó
principalmente a la crítica de costumbres. Así, inspirada en los personajes tipo creados por la comedia clásica, mostraba en sus protagonistas los vicios, virtudes y defectos de los hombres del siglo XVIII.
El
comediógrafo más
importante de la época fue el francés Moliere.
ACTIVIDAD:
- Elabora un mapa
conceptual de las características de la
literatura neoclásica.
- Nombra los temas de la
literatura neoclásica.
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