miércoles, 3 de julio de 2013

MOLIERE - LITERATURA NEOCLÀSICA - 5TO SECUNDARIA


MOLIERE
 
Para dialogar con los alumnos:
1.- ¿Sabemos algo de Moliere, el gran autor  francès?
2.- En su època hubo un retorno al neoclasicismo grecolatino?
3.- ¿En que consistiò el movimiento denominado Neoclasicismo?
4.- ¿Sabemossi Moliere escribiò tragedias o comedias?
5.- ¿Què ocurrìa en Europa durante la època en que vivìa Moliere? ¿Y en el Perù?

Seudónimo de Jean-Baptiste Poquelin, el más grande comediógrafo francés. Nació en París en 1622 y falleció en 1673 en la misma ciudad. Estudió Derecho, pero, desde muy joven, estuvo ligado al teatro. En 1658, luego del fracaso de una com­pañía que había fundado, empezó a repre­sentar como actor y dramaturgo ante la corte. Su primer gran éxito fue Los preciosas ridículas (1659).

A pesar de que disfrutó del favor popular y del rey, Moliere fue atacado por los moralistas y conservadores, quienes lo­graron que algunas de sus obras fuesen prohibidas. Durante la representación de El enfermo imaginario, sufrió un síncope y falleció pocas horas después. Para su tumba, compuso este epitafio: "Aquí yace Moliere, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto. Y de verdad que lo hace bien".

Obra

Entre sus comedias más exitosas se cuentan Tartufo (1664), El misántropo y E/ médico a palos (1666), E/ avaro (1668), Los enredos de Scapin (1671) y El enfermo imaginario (1673).

Características

Moliere es el padre de la comedia francesa y uno de los más importantes comediógrafos occidentales. Su obra se desarrolla paralelamente a la de los otros dos grandes del teatro francés: Pierre Corneille y Jean Racine.

A diferencia de sus antecesores, Moliere compone comedias que ya no se basan en personajes ridículos, sino parecidos, aunque exagerados, a los que uno puede encontrar en la vida real. Su comedia se centra en la sátira de esos personajes, en la crítica a un comportamiento social, sobre todo a aquellos en los que se hace visible la doble moral.

-       Así, en Las preciosas ridiculas, deja al descubierto el mundo burgués hecho de apariencias;

-       en El avaro, subtitulada La escuela de la mentira, los enredos muestran la doble moral de Harpagón;

-       en El misántropo, los engaños de una joven que juega con sus pretendientes.

La comedia de Moliere parte de la observación de la vida, pero no retrata individuos, sino tipos sociales. El estilo de sus obras es sencillo y se corresponde con el carácter de sus personajes, por lo que los diálogos resultan naturales.

Tartufo

Tartufo o el impostor causó un gran escánda­lo cuando se estrenó en 1664. Su ataque a la hipocresía religiosa despertó protestas que llevaron a su prohibición. Se trata de una comedia en cinco actos compuesta en versos alejandrinos. Su estructura es sencilla y, como en buena parte de las obras de Moliere, encierra una trama amorosa.

Esta obra no solo es una sátira de la ingenuidad de algunas personas piadosas, sino también posee una connotación política, pues puede interpretarse como un ataque a aquellos consejeros de gobernantes que, en realidad, solo sirven a sus propios intereses.

Del éxito de esta obra puede dar testimonio el hecho de que la palabra tartufo ha entrado a diversas lenguas con el significado de "hipócrita, falso".

Argumento

Orgón, un hombre rico, pero crédulo, co­noce a Tartufo, un falso devoto, al cual lleva a vivir a su casa y toma como consejero espiritual. Tartufo domina tanto la voluntad de Orgón que este piensa casarlo con su hija Mariana. Dorina, la criada, es una de las que no cree en la sinceridad de Tartufo y planea, junto con Elmira, la esposa de Orgón, la forma de desenmascararlo. Así, esta última finge aceptar los requerimientos amorosos de Tartufo mientras Orgón, escondido, observa y no sale de su asombro. Cuando reacciona y pretende expulsar a Tartufo de su hogar, este amenaza, más bien, con ponerlo en la calle, pues Orgón, en su credulidad, había puesto sus propiedades a nombre de Tartufo, con lo que está totalmente en manos del impostor. Sin embargo, la justicia del rey triunfa y Tartufo recibe su merecido castigo.

En el siguiente fragmento, se aprecia cómo  Elmira pone al descubierto a Tartufo.

 

CELADA PARA UN TRUHÁN

Escena IV

Elmira, Orgón

Elmira:  Acerquemos esa mesa y poneos debajo.

 Orgón: ¿Cómo?

Elmira:  Es punto necesario que os ocultéis bien.

Orgón: ¿Por qué bajo esta mesa?

Elmira: ¡Dios mío! Dejadme hacer. [...]

Escena V

Tartufo, Elmira, Orgón

Tartufo: Me han dicho que queríais hablarme en este lugar.

Elmira: Sí. He de revelaros ciertos secretos. Pero abrid esa  puerta y mirad bien, por prevenir sospechas; que un asunto parecido al de ha poco no es seguramente lo que nos conviene. [...]

Tartufo: Difícil es comprender ese lenguaje, señora, pues ha bien poco hablabais de otra manera.

Elmira: ¡Qué mal conocéis el corazón de las mujeres si semejante negativa os ha incomodado! ¡Y qué poco sabéis lo que quieren hacer entender cuándo tan débilmente resisten! [...] Y cuando he querido forzaros a que renunciaseis al casamiento que acababa de anunciarse, esta instancia ha debido haceros comprender el interés que os tengo y el disgusto que me causaría que el romper aquel vínculo viniese, al menos, a hacerme compartir el corazón anhelado.

Tartufo: Sin duda es, señora, dulzura extrema oír esas pa­labras de una boca amada. Su miel hace correr a largos caños por todos mis sentidos una suavidad nunca gustada. Mi fin supremo es la dicha de complaceros y mi corazón convierte vuestras frases en beatitud para mí. Pero este corazón os pide la libertad de osar dudar un tanto de su dicha y creer vuestras palabras un honrado artificio para obligarme a romper un enlace próximo. Y si con vos he de explicarme francamente, os diré que no fiaré en esas expresiones tan dulces si algunos de esos vuestros favores por los que tanto suspiro, no vienen a garantizarme lo que las palabras han podido decirme, implantando en mi alma una constante fe en las bondades que tenéis conmigo.

Elmira: (Tosiendo para advertir a su marido) ¿Con esa celeridad queréis ir y tan pronto agotar la ternura de un corazón? ¿Matóme por haceros una confesión dulcísima y ello no os basta y se ha, para satisfaceros, de llegar hasta los últimos favores?

Tartufo: Cuanto menos se merece y se osa esperar un bien, más trabajo cuesta a nuestras ansias conformarse con dis­cursos. Fácilmente se desconfía de una suerte tan gloriosa y se quiere gozarla antes de creerla. [...]

Elmira: (Después de toser una vez más) Ya veo que es nece­sario prepararse a ceder, que debo otorgarlo todo y que, a no mediar esto, no me cabe persuadir. Desastroso es, sin duda, llegar a eso y muy a pesar mío lo hago; pero, puesto que se obstinan en reducirme a ello, puesto que no se cree en nada de lo que digo, y se quieren testimonios más convincentes, menester es resolverse y contentar. Si mi consentimiento entraña alguna ofensa, recaiga sobre quien me fuerza a tal violencia. La culpa en verdad no es mía.

Tartufo: Sí, señora; sobre mí recae, y la cosa en sí... Elmira: Os ruego que abráis la puerta y miréis si no estará mi esposo en esa galería.

Tartufo: No merece la pena que nos tomemos ese cuidado. Es hombre, hablando entre nosotros, fácil de conducir por las orejas. De todas nuestras pláticas él no hará sino elogios; que le he puesto en el punto de verlo todo y no creer nada.

Elmira: No importa. Os ruego que salgáis un momento y miréis con exactitud, toda la galería.

Escena VII

Tartufo, Elmira, Orgón

Tartufo: Todo, señora, conspira para contentarme. He examinado con la mirada toda esa estancia y nada se ve. Mi alma, en éxtasis...

Orgón: ¡Más despacio! Os entregáis en exceso a vuestra amorosa inclinación y no debéis apasionaros tanto. Queríais engañarme, ¿eh, hombre de bien? ¡Oh, cómo se libra vuestra alma de las tentaciones! Queréis desposar a mi hija y codiciáis a mi mujer. Mucho he dudado de que ello fuera cierto y esperaba que todos cambiasen de opinión; pero bien adelante se ha llevado el testimonio y no quiero pasar más allá. [...]

Tartufo: Vos, que tan altanero habláis, sois quien debe salir. La casa me pertenece, como lo haré conocer, mostrándoos cuan en vano se ha recurrido a estos viles rodeos para buscarme querella. Porque nada de lo que se piensa para ofenderme es cierto, y medios tengo de castigar y confundir la impostura, vengar al cielo injuriado y hacer que se arrepientan aquellos que hablan de hacerme salir de aquí.

VIDEO: http://www.youtube.com/watch?v=4SqoYGRbQoc

 

ACTIVIDADES:

I.- Responde en tu cuaderno.

1.- ¿Para qué cita doña Elmira a Tartufo a solas?

2.- . Según doña Elmira, ¿qué quería revelarle a Tartufo en esa entrevista?

3.- ¿Por qué Tartufo se muestra desconfiado frente a las palabras de doña Elmira?

4.- ¿Qué le exige Tartufo a doña Elmira para creer en su declaración? Una prueba: ceder a sus deseos.

II.- Relee el siguiente parlamento y escoge el mejor calificativo para el uso del lenguaje que predomina en él. ¿Cuál es su vinculación con el Neoclasicismo?

Orgón: ¡Más despacio! Os entregáis en exceso a vuestra amorosa inclinación y no debéis apasionaros tanto. Queríais engañarme, ¿eh, hombre de bien? ¡Oh, cómo se libra vuestra alma de las tentaciones! Queréis desposar a mi hija y codiciáis a mi mujer...

Popular  ceremonioso      irónico

Vulgar      conciliador

III.- Interpreta. Entre las actitudes que denuncia Moliere en sus obras, se pueden citar la hipocresía, la falsa religiosidad, la avaricia, la soberbia, etc. Reflexiona y anota qué situaciones negativas de nuestra sociedad crees que deben denunciarse hoy. Argumenta.

IV.- Juzga. ¿Crees que la sátira social puede ayudar a combatir los problemas sociales?

V.- Opina. A partir de lo leído, ¿cuál crees que es el principal mérito de Moliere como dramaturgo? Fundamenta tu respuesta.

V.- Marca la respuesta. ¿A qué tipo social representa fundamentalmente Tartufo?

al buscavidas    al beato       al don Juan

al servicial      al hipócrita

No hay comentarios:

Publicar un comentario